Receta fácil y rápida de hacer. Si no queréis empezar a comprar turrones y dulces navideños porque es demasiado pronto, entonces... ¡hacedlos vosotros!, jijiji
Ingredientes:
200 gr. de coco rallado
150 gr. de azúcar
2 huevos
200 gr. de chocolate de fundir (opcional)
Preparación:
Fundir el chocolate troceado al baño maría o a intervalos de tiempo pequeños en microondas en un cuenco (p.ejemplo: a 800W, 30 segundos, sacamos y removemos bien, volvemos a meter al micro unos 15-20 segundos más y listo, removiendo de nuevo termina de fundirse).
Ahora vamos metiendo cada coquito en el chocolate fundido y los vamos dejando sobre papel de horno hasta que el chocolate solidifique. Si os gusta con más chocolate podéis ponerle unos hilos por encima de cada coquito, quedarán además muy bonitos.
Y ya solo queda... ¡devorarlos!
Ingredientes:
200 gr. de coco rallado
150 gr. de azúcar
2 huevos
200 gr. de chocolate de fundir (opcional)
Preparación:
Disolver el azúcar en los huevos batiendo con unas varillas manuales, no hace falta que la mezcla aumente su volumen.
Agregar el coco y remover bien para que la mezcla sea homogénea. Dejar reposar en el frigorífico unos 30 minutos.
Sobre una bandeja cubierta de papel de horno dejar montoncitos de masa con ayuda de una cucharilla o con ayuda de un molde de silicona como he hecho yo.
Hornear unos 12-15 minutos en horno precalentado a 180ºC (el tiempo dependerá mucho del tamaño de los coquitos, hay que dejarlos hasta que se doren un poco. Cuando estén horneados, dejarlos enfriar sobre una rejilla.
Fundir el chocolate troceado al baño maría o a intervalos de tiempo pequeños en microondas en un cuenco (p.ejemplo: a 800W, 30 segundos, sacamos y removemos bien, volvemos a meter al micro unos 15-20 segundos más y listo, removiendo de nuevo termina de fundirse).
Ahora vamos metiendo cada coquito en el chocolate fundido y los vamos dejando sobre papel de horno hasta que el chocolate solidifique. Si os gusta con más chocolate podéis ponerle unos hilos por encima de cada coquito, quedarán además muy bonitos.
Y ya solo queda... ¡devorarlos!